La popularidad de los cuchillos de cocina japoneses está aumentando considerablemente a nivel mundial. El mundo occidental está cautivado a la belleza y precisión de estas piezas que hoy en día podemos encontrar el la cocina de los mejores chefs profesionales hasta en manos de los aficionados más sibaritas.
Japón es un país con una técnica claramente diferenciada en la fabricación y diseño de cuchillos de cocina. Gran parte del proceso de fabricación se realiza, aún a día de hoy, de forma artesanal, continuando una dilatada tradición que se remonta a la época de los samuráis y a la creación de sus espadas.
Las diferencias con los cuchillos occidentales radican en la distinta preparación de los alimentos en la cultura nipona. La gastronomía japonesa abanderada por el sushi, demanda cuchillos especialmente precisos para, por ejemplo, filetear pescado crudo, picar verduras rápidamente,…
Por ello los cuchillos japoneses suelen ser más pequeños y ligeros que los occidentales. Suelen tener un filo mucho más fino, que penetra mejor en los alimentos, haciendo un corte limpio, extremadamente preciso y sin apenas esfuerzo. Sus diseños también son especialmente atractivos, desde cuchillos en una sola pieza, mangos triangulares como sucede con algunos de los modelos de cuchillos Global, o de madera de bambú,… hacen las delicias de los amantes de la cocina aún a pesar de su precio y de requerir más cuidados que los cuchillos de cocina europeos de acero.
Los cuchillos japoneses generalmente deben lavarse a mano y no en lavavajillas. Bajo un uso adecuado, suelen permanecer más tiempo afilados pero una vez que es necesario afilarlos debemos utilizar chairas o afiladores de cuchillos cerámicos que resultan menos abrasivos que los afiladores metálicos, diamantados,…