Destacar es actualmente uno de los objetivos de cualquier compañía. En una situación de crisis económica, marcar la diferencia es un factor clave para conseguir más clientes y poder así sobrevivir y poder mantener el negocio.
Las pequeñas y medianas empresas, así como los autónomos son los que más han notado los efectos de la situación financiera, y en un sector como la restauración es especialmente crítico ya que cada vez más gente opta por comer en casa también los fines de semana o ir a los restaurantes de confianza.
Con una extensa tradición en España, es habitual encontrar en nuestros pueblos y ciudades bares y restaurantes que se encuentran a pocos metros de distancia, por no hablar de las zonas más turísticas en las que los restaurantes abundan y se hace complicado elegir. En todos estos casos, la diferenciación sigue siendo un factor clave para conseguir atraer nuevos clientes, y en la restauración, tener una oferta diferencial será imprescindible para conseguirlo.
El local, el diseño y la decoración son importantes para generar un buen ambiente y hacer del restaurante un lugar agradable en el que poder pasar un buen rato, pero la base de cualquier local de restauración es la cocina y los platos que ofrece. Ahí es donde reside su esencia y dónde habrá que hacer un especial hincapié en la diferenciación.
Cataplanas para restaurantes: cocina sana y sabrosa
En este afán por atraer nuevos clientes, ampliar la oferta con platos sorprendentes y que no sean fáciles de encontrar en España puede ser una opción. Es el caso de la cocina con cataplanas para restaurantes que pone al alcance la mejor gastronomía portuguesa tan desconocida en nuestro país.
Las cataplanas son unas cazuelas típicas del sur de Portugal formadas por dos mitades de cobre que se cierran de forma hermética y cocinan al vapor. A pesar de tratarse de una especialidad gastronómica de nuestro país vecino, son platos muy desconocidos en España y este es un hecho que no se entiende ya que además de la cercanía, los resultados de cocinar con cataplanas son realmente sorprendentes con unos platos de pescado, mariscos o carne sabrosos y también sanos y naturales.
La cocina al vapor ya es conocida en todo el mundo por sus beneficios ya que por un lado cocina con poca grasa y por otro lado mantiene intactas todas las propiedades de los alimentos. El resultado con unos platos que seguro llamarán la atención de los comensales por su sabor, su olor y lo natural.
Además su presentación da mucho juego ya que lo más habitual es llevar la cataplana cerrada hasta la mesa en la que se encuentran los comensales y allí sorprenderles con los aromas que desprende la cazuela al abrirla, una tradición parecida a lo que hacemos aquí con las paellas. Sin duda una buena opción para aquellos restaurantes que buscan y necesitan una forma de ampliar su oferta y diferenciarse de la competencia.